El Lionel Messi que se vio ayer en el Maracaná no tiene mucho que ver con el habitual.
Desde el mismo momento en el que Argentina saltó al campo, el “10” mostró su lado “B”. Cantó el Himno de manera enérgica (algo que muchos le reclamaban, sobre todo en los peores momentos del equipo) y durante los 90’, si bien se mostró con ganas y destiló algunas perlas de todo su talento, no fue determinante en el triunfo que depositó a la Selección en las semifinales de Brasil 2019.
“Mi nivel no es el mejor, no estoy jugando como esperaba”, se sinceró el crack tras el 2-0. Sin embargo, como en un millón de oportunidades, prefirió poner al equipo por sobre el rendimiento individual. “Los partidos se dan así. No se puede jugar mucho, es más complicado para los que queremos atacar, para conducir y eludir rivales. Se junta mucha gente en el medio también y encima las canchas están en muy malas condiciones. Igualmente, acá lo único que importa es que el equipo ganó”.
Por último, y ante las insistentes consultas de los periodistas que coparon la zona mixta del Maracaná, Messi dejó en claro por qué no cantaba el Himno. “Desde que comenzaron a decir eso, decidí no cantarlo a propósito. Igual es una boludez; no cambia nada. Los Pumas quizá lloran, nosotros lo vivimos de otra manera”, remató